Qué te has hecho de mí
¿Un vestido? ¿Un frasco? ¿Una costumbre?
Tal vez te has formado ideas
Parecidas a anácoras
Largas, gruesas, solitarias y sufrientes
Esperadoras de proverbial paciencia
Eficientes como alguien
por quien no pasan las horas
ni las sensaciones
Puedes aparentar estar dormida
Por los años por venir
Inosecta y serpiforme
Septua o tanática
Imprómica y abulladora
Como a los trece
Cuando comenzaste el sueño
En el que mi cadáver regresa y te conforta
sin resquicio ni gemido
Mistémico
Cárstico
Minímato
Apareces con ganas de envolverme
Nos hemos recorrido a gusto y gana
Hemos retorcido las cosas, además,
a nuestro antojo
Hasta hacerlas irreconocibles:
Los sesos adornando el exterior del cráneo
Peluca de poliéster
Para recapacitar
Las venas como medias de rendija
Para la piel
suave como el destino
Hasta que ocurre
Las palabras
Como inhalaciones contenidas
hasta que se dicen y nacen y suceden
Los besos
Que saben a metal
a teclado sin ñ
a burbuja más que a nada
a borbotón de muestra
a beso de otros
a uno que dí a alguien hace mucho
y a ambos soy incapaz de recordarlos
El sexo
Que en vez de dar
acapara
USA
y desprecia
Intuyo
Que me digieres
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