toqué la mano donde se posó el libro
abriré una puerta a las letras
sentí lentamente
la melancolía en sus cinco sílabas
oí silbar el crepúsculo
en el pico de un pájaro
espinosa herida del corazón
que lejos quedó
escucho el piano lento
que lo convierte en canción y debo
conminar la puerta entreabierta
así pasar páginas de la vida
dedo entre dos días
afluente entre dos laderas
una de sombra
otra de sol y piedras
oh, pacífico animal
que normal estás
de madre salido blando el cuello
jalón entre dos lindes
ramal entre dos nudos
las ventanas que acercan el deseo
llegan hasta aquí
desnudan su mudo aleteo
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