hay que tener valor
de entregarse a
menesteres intestinos en la flora
siendo fauno
coetáneo de la lombriz
hubo ocasión de:
por ejemplo: ver llegar a ese
el bolo alimenticio
pero solamente explicado
sin llegar a catarlo
mejor tomarlo a broma
no sea que
se encabrite válbula glandular
cierre aduanas internas
no hay drenaje perfecto
Sujeto con las puntas de los dedos el alma
con la presunción / fantasía
de fundirla a mi cuerpo
apoderarme de su eterna existencia
verme transgredir fronteras
dar saltos fantasmales
hundirme en el mar
volverme
etérea
tenue
sublime
impalpable
ser alma y elevarme
desatando los límites que maldigo
los tiempos que derrumban
las desilusiones que atropellan los sentimientos
sujeto
y ahogo el llanto que arremete
cuando el deseo sutil escapa de mí
evaporando utopías
entre mis dedos
Mirando por la ventana del tren veo pasar los árboles, los pequeños cerros, los caminos y hasta el reloj de las estaciones. ¿Cómo es eso?
Porque el tren no está pegado al suelo, sino que cada punto de sus ruedas va tocando sucesivamente las vías, con un intervalo que depende
de las variadas velocidades. En conjunto, la rueda toca, pero al mismo tiempo no toca, por decirlo así.
Así quisiera que fuese mi amante, ese que ahora y desde el exterior mira fijamente la ventana de mi hogar, el que no se conforma con mi renuncia.
Pero insiste en su observatorio, como un tren parado.
Tu renuncia es nuestra -dice- , y en parte lleva algo de razón.
A pesar de ello, no quiero un amante con esa velocidad continua y prefijada. Porque a mí los silbatos me hacen soñar con el vapor, el humo y
las nubes. En cambio a él le anuncian que tiene que pararse.
Por ejemplo:
Que tú murieses
No tendría entonces
Quién me dijera
Lo bueno que soy para esto y lo otro
Lo simpático que era de pequeño
Que soy el mayor y debo dar ejemplo
Cuánto te gusta lo que escribo
Lo poco que me convenía esa mujer
Cómo debí portarme con mi hermano
Cuánto te desagradan mis excesos
Ni todas mis muchas otras cualidades
Que elogias en silencio
Todo lo bueno que me depara
La larga vida que aún me queda por delante
Aunque empiece a ser viejo
Aún no soy anciano
Aún pueden repararse los golpes
Corregirse muchos errores
Ser feliz a ratos
Estirarlos lo más posible
Hacer algo de provecho
Con todo lo que he aprendido
Ponerle rumbo a la vida
Para entregar el testigo
Con la frente bien alta
Dejar de preocuparse por tantas cosas inevitables
Como que has de morir
Pero eso
Mamá
Eso no puedo permitirlo
