Si una gata se sube a mis rodillas
e impúdica me ofrece
sus pelos y favores
le digo: ¡No!.
Si rrronrrroneando se soba
en mis impudicias
y me muestra su boquita
vertical
le digo: ¡No!
Si me acaricia el rostro
con su rabo largo
y me rasguña los muslos
le digo: ¡No!
Si me acusa de tener otra
si me cela con maullidos
si me exige una respuesta
le digo la verdad:
¡Es que soy alérgico!
domingo, 1 de julio de 2007
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