Ángeles y demonios
pernoctando en mi habitación
sacudiendo la arena de sus alas añejadas
sobre las sábanas blancas
de mi sosiego
desdibujando los espacios
donde habitan mis aguas calmas
Hamacados en mis hombros
redactan la discorde sinfonía
que interpretan mis pasos
y sus lánguidos susurros
encuentran eco en mis labios
restándome los amigos
provocando este naufragio
Flores trémulas de invierno
engranajes de nervios oxidados
averías en la mente
de un amasijo de huesos tumefactos
miércoles, 29 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario