sábado, 29 de septiembre de 2007

La novela blanca (msq)

Cierta vez un escritor, inmerso en el desarrollo de su novela
que estaba copiando de su mente, sintió un irrefrenable deseo
de estornudar. De pronto, todo el argumento, trama, personajes
etc. desaparecieron.
Sus ojos parecieran salirse de las órbitas, iluminados por la
visión de una novela, que empezaba por la letra A y acababa
en la S. Una historia blanca, pero..¿Acaso el prisma óptico
no es capaz de mostrar un amplio espectro de colores
y geometrías.?
En seguida, aunque estaba en la primera fase del estornudo,
fue a buscar el diccionario de la lengua española,
el inglés no lo tenía a mano. Quería dotar de algo de rigor
a la nueva novela, dado que, al parecer, la iluminación venía
para largo ; aún no había acabado de bajar la cabeza, hasta
se diría que se encontraba en la fase preliminar, aquella en que
los asuntos imaginados formaban un magma híbrido, aquella
en que los órganos se confunden con la función, los continentes
con los contenidos, las cosas con las ideas, la velocidad con
el tocino, el culo con el pulso, la necesidad con el antojo.
Era, bien se notaba, el periodo inicial de absorción. Nunca
podría llegar a sospechar que habría un nudo y menos aun
un desenlace coagulante, sino unos vagos coágulos
esporádicos heteróginos mezclados con arenilla, porque el
aire nunca es absolutamente puro. Además está eso del
espacio oscuro, que no es el éter, sino algo impalpable que
queriendo parecer que tiene vida, no llega a parecerlo, sino
más bien a compensar ese horror al vacío que tiene todo
lo que se mueve, y por supuesto, no estaba él pensando
en nadie concreto; bien sabido era que habían desaparecido
todos los personajes. Espacio oscuro ese -digo- que hace
o no hace el oficio de cohesión entre la materia y energía,
tanto en los planetas como en los cuerpos menores y que
nadie sabe qué demonios es, pero estar está.
Veamos que nos dice -hablando para sí- el diccionario
de la lengua. Como había tiempo, fue a coger un palillo de
dientes de un vasito de cristal y se lo introdujo en uno de los
intersticios molares, había quedado allí una brizna de carne.
Estornudar: arrojar con estrépito por la nariz y la boca el
aire inspirado de manera involuntaria, provocado por un
estímulo en la mucosa nasal. Ejemplo: la pimienta le hizo
estornudar. Qué raro. Nunca o siempre que había estornudado
dio la casualidad de que hubiese pimienta cerca. Menos
mal que algunas frases o todas son solo frases e igualmente
podría ocurrir con los ejemplos. Siempre he desconfiado
-pensaba- de estos diccionarios amaestrados de bolsillo
que no tienen nada que ver, ni aun echando imaginación
a espuertas, con el diccionario Espasa de noventa y nueve
tomos, más uno de muestra que suele distraer al conductor
del camión que los transporta en el run run del ralentí.
Probablemente no era un tomo de muestra, sino que,
antes de entregar el paquete a domicilio, deserta el conductor
de pasar de mano en mano algo que no sabe lo que es y
por fin un día se decide a abrir la caja de cartón, saca un
ejemplar y se encuentra con los nudos marineros con sus
fotos y correspondientes explicaciones.
"Lasca": También conocido como "nudo del 8"
o doble mordido y es muy utilizado como tope en un cabo
para evitar que se escape de una polea o un pasador.
La manera más sencilla de hacerlo es formando un seno
y girando una vuelta entera y pasar el chicote.
El nudo se aprieta tirando de los dos extremos.
Bien, ya tenía el primer nudo. Mejor no apretarlo -piensa-
hay tiempo. Le sigue a este, aunque en una sucesión que
no es lineal, el famoso Ballestrinque, el Franciscano,
Múltiple, Gancho con vuelta, Boca de Lobo, Nudo de boza,
Nudo de bandolero, As de guía, Nudo de encapilar y otros,
mientras el radiador del camión empezaba a calentarse,
momento este que coincidía con el punto culminante de la
cresta, el punto intermedio del estornudo. Después todo
acabó en un campo nevado, una llanura sin mayúsculas,
sucesos o nombres propios, acaso solo alterada por el
movimiento oscuro de sus propias pestañas: los pelos de
la vista.
Sacó el pañuelo de su bolsillo y se secó las lágrimas
y la boca.

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