Me sumo a los afanes de grandeza
y encuentro callejones sin retorno
cual si de pronto fuera un vil adorno
que se aferra a momentos de pereza
Y busco la salida con presteza
en medio de mi caos y mi trastorno
no hay puertas ni ventanas ni un contorno
cual si hubiera ganado la Tristeza
Entonces me levanto con asombro
al mirar a Virgilio en el infierno
quien curioso, me toca por el hombro
le sigo, evitando todo escombro
que dejara a su paso aquel invierno
y admiro lo que siento y lo que nombro
sábado, 29 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario